jueves, 3 de enero de 2013

Especificando en Objetivos

En esta entrada nos centraremos solo en el termino de objetivos y todo lo que ello conlleva, ya que es un término bastante complicado de entender. Para comenzar definimos objetivos como los logros que un sujeto tiene que alcanzar una vez finalizado un proceso educativo como resultado de lo que ha aprendido durante el mismo, y que se ha planificado previamente. Por tanto, los objetivos básicamente marcan unas metas que el individuo debe alcanzar una vez finalizado el proceso educativo compuesto por múltiples actividades.

Entonces podemos afirmar que los objetivos son el resultado esperado tras llevar a cabo un proceso educativo. Podemos distinguir tres tipos de objetivos diferentes:
  • Objetivos generales: son bastante amplios y definen las metas a gran escala y siempre se subdividen en objetivos específicos más concretos, para explicarlos más detalladamente.
  • Objetivos específicos: en función de los objetivos generales se lleva a cabo una taxonomía por capacidades, es decir, una descomposición de los objetivos generales en función de capacidades.
  • Objetivos operativos: son objetivos que determinan mucho más y se derivan de los objetivos específicos. Nos muestra la conducta observable, medible y evaluable que queremos que los sujetos con los que vamos a tratar adquieran, una vez que estos hayan conseguido determinadas habilidades, conocimientos y actitudes.

Un ejemplo de objetivo general podría ser ir a comprar un vestido. Este objetivo general se puede subdividir en varios objetivos específicos como sería ir desde tu casa a la tienda, mirar todos los vestidos, probarte el que más te guste, y una vez que encuentras tu talla, lo compras y vuelves a casa. Y por último el objetivo operativo, sería ponerte el vestido la noche de la fiesta de universidad.

Además de esta clasificación los objetivos específicos se pueden clasificar en tres categorías distintas:

  • Objetivos específicos conceptuales: hace referencia al saber. Le corresponde los objetivos que una vez se han conseguido, hace que una persona sea capaz de aplicar a la realidad los conocimientos que ha aprendido.
  • Objetivos específicos procedimentales: hace referencia al saber hace. Se trata de habilidades sociales que se ponen en práctica para resolver problemas de la vida cotidiana.
  • Objetivos específicos actitudinales: hace referencia al saber estar. Se refiere a actitudes, valores, normas y sentimientos que se quiere que los sujetos adquieran durante el proyecto. Estos a su vez se pueden clasificar en personales, sociales y técnicos.

Además los objetivos también se puedes exponer en términos de competencias. En realidad sería lo mismo que unos objetivos normales, pero expresado de otra forma, es decir lo que se modifica es la nomenclatura. Por tanto, podemos entender competencia como un conjunto de comportamientos que pueden ser observados por otros sujetos, relacionado con un desempeño, en un trabajo concreto y una organización concreta (perspectiva profesional), o bien un conjunto de comportamientos observables relacionados con que una persona se pueda desenvolver adecuadamente en una situación determinada (perspectiva personal). En otras palabras, los objetivos en términos de competencia sirven para determinar los más altos niveles de capacidad que tiene una persona para hacer algo determinado, y pueden ser objetivos profesionales (que te ayudan a adquirir competencias y capacidades para mejorar en el ámbito laboral) u objetivos personales (los cuales ayudan a adquirir competencias y capacidades para mejorar en el ámbito personal). Definimos competencia como sinónimo de eficacia, por tanto ser competente implica ser eficaz. Para el educador social todas las competencias son importantes: saber, saber ser, saber hacer y saber transferir (términos que se han explicado en entradas anteriores con mayor detalle). Sin embargo, para el educador social la competencia más importante que busca en sus participantes y además de eso, debe también cumplir dicha competencia, es la de saber transferir y por tanto, saber adaptarse a cualquier tipo de situación con los recursos que ya se tienen. Es muy importante la forma en la que un sujeto realiza un conjunto de actividades, con el objetivo de alcanzar un objetivo determinado. Al igual que los objetivos, las competencias también se clasifican:

  • Generales: comunes a cualquier proceso de formación. Estas a su vez se clasifican en tres competencias generales distintas:
    - Instrumentales: son las herramientas que se utilizan para conseguir algo.
    - Interpersonales: favorece las relaciones con otras personas, facilitando los procesos de interacción social y cooperación. Estas pueden ser: individuales (relativas a la capacidad se expresar sentimientos, habilidades críticas y autocríticas) y sociales (relacionadas con habilidades interpersonales)
    - Sistemáticas: son destrezas y habilidades que conciernen a la capacidad de visión, integración y relación. Supone una combinación de la comprensión, la sensibilidad y el conocimiento que permita visionar cómo las partes de un todo se relacionan e integran. Esta competencia requiere como base previa el conocimiento de las otras dos competencias, es decir, de la competencia instrumental e interpersonal.
  • Específicas: concretas en cada situación.

Para poder plantear los objetivos de manera adecuada, hay que seguir las siguientes pautas:
  • Hay que plantear los objetivos desde el punto de vista de la persona que aprende, ya que los objetivos los adquirirá dicha persona y por lo tanto se debe tener en cuenta su perspectiva sobre dichos objetivos.
  • Precisar condiciones de realización, es decir, situaciones concretas.
  • Especificar los criterios de evaluación y nivel máximo de ejecución, para que una vez acabado el proceso de aprendizaje se puedan comparar los objetivos obtenidos con los previamente establecidos y ver si coinciden. Si esto ocurre el objetivo se habrá conseguido.
  • Los objetivos establecidos deben ser claros, unitarios y consensuado, además de reales y alcanzables.
  • Deben estar expresados en términos de resultado concreto, comprobable y preciso, o lo que es lo mismo en términos de competencia, para que sea más sencillo comprobar si son los que se habían predeterminado, al inicio del proceso educativo.
  • Han de ser realistas, para que exista la posibilidad de ser alcanzados.
A pesar de seguir las pautas anteriores, pueden aparecer problemas a la hora de formular los objetivos deseados:
  • Designar como objetivo de aprendizaje las tareas a desarrollar en las sesiones del programa.
  • Definir como objetivo de aprendizaje el cambio.
  • Precisar como objetivo de aprendizaje un objetivo institucional o general amplio, en el que entren en juego más elementos aparte del educativo.
Como podemos observar los objetivos son un concepto muy amplio y puede llegar a ser confuso si no se domina con facilidad. Por ello es recomendable, antes de abordar los objetivos de cualquier tipo de proyecto, que se tengan muy claros todos los conceptos referente a objetivos, su clasificación y subclasificaciones y competencias. Teniendo una estructura mental adecuada de cada concepto, elaboraremos unos objetivos adecuados, acordes y correctos para satisfacer las necesidades de los sujetos con los que tratemos. 

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