jueves, 15 de noviembre de 2012

Paradigmas educativos consensuados.

En esta entrada nos aventuraremos a explicar los tipos de paradigmas educativos consensuados existentes. Para tantear el terreno, por muchos desconocido, comenzaremos indicando que existen dos grandes paradigmas: paradigma cuantitativo o positivista y paradigma cualitativo o crítico. Conceptualmente estos paradigmas serían como dos grandes paraguas que acogen en su seno diversos modelos educativos, que explicaremos con posterioridad en próximas entradas, ya que no podemos empezar la casa por el tejado, por tanto es imprescindible adentrarnos en dichos paradigmas con anterioridad, para ir tocando suelo. No obstante éstos no son los únicos paradigmas existente, además podemos encontrarnos con el denominado paradigma mixto o sociocrítico, el cual recoge los elementos más importantes y fundamentales de los dos paradigmas principales, es decir, este paradigma es como una mezcla tanto del paradigma cualitativo como del paradigma cuantitativo. Sin embargo, algunos autores como A. Medina (1995) o S. de la Torre (1993) están convencidos de la existencia de un cuarto paradigma, denominado por éstos como perspectiva comprensiva o postmoderna.
A continuación nos embarcaremos en busca de los elementos más importantes y significativos de cada uno de estos paradigmas.


· Paradigma cuantitativo o positivista.

También denominado ¨Tradicional¨ (Pinar) o ¨Dogmático¨ (Quintanilla), entre otros.
Esta posición positivista ha predominado desde mediados del siglo XX hasta los años 80. Según autores como J. Arnal, D. del Rincón y A. Latorre (1993) este paradigma tiene tres principios fundamentales los cuales son: la objetividad, por tanto las visiones subjetivas en los procesos de investigación en este paradigma no son válidas; la evidencia empírica, es decir, la experiencia sustituye al sentido común y al razonamiento; y por último el carácter cuantitativo al medir o traducir, con el objetivo de generalizar todos los datos.
Además de estos tres principios fundamentales, una característica fundamental de este paradigma es que la función social de la educación esta bajo el carácter económico, es decir, todo lo social está subordinado a lo económico ya que toda acción se realiza con el objetivo de conseguir unos intereses económicos y no altruistas. Por esta razón el mercado cada vez está más interesado por la educación que promueve el Estado.

Sin embargo, estas no son las únicas características que tiene el paradigma cuantitativo, entre ellas podemos destacar algunas que son secundarias a los dichas con anterioridad, pero no por ello menos importantes: el término educación se caracteriza por el interés y el control del aprendizaje; solo se denomina educación al lo que sucede dentro de un aula, el aprendizaje adquirido fuera de una clase no es considerado educativo; para llegar a los objetivos marcados, es fundamental seguir una metodología ordenada con una serie de principios; la educación debe ser racional, eficaz y productiva si quiere que sea acertada y adecuada; en caso de producirse algún problema, éste se oculta como si no existiera problema alguno, sin posibilidad de que pueda ser solucionado; la burocracia es un elemento también muy importante en el saber profesional; las variables de este paradigma son medidas de forma objetiva y sus relaciones siempre son mediante procesos estadísticos, es decir, todas las relaciones entre variables tiene valor numérico; uno de los objetivos es controlar y explicar fenómenos observables y cuantificables. Podría seguir enumerando características de este paradigma, pero creo imprescindible citar por separado las reflexiones de N.L.Gage (1993). Según este autor, sus rasgos fundamentales son: su origen empírico, su precisión, su objetividad, su replicabilidad, su sistematicidad y acumulación. Además, N.L. Gage promulgó tres fines que se deberían alcanzar en los procesos de investigación: explicación, predicción y control. No obstante, afirmó que no siempre se conseguían alcanzar los tres fines de forma conjunta, y podría ser que solo se consiguiera alcanzar uno de ellos dependiendo de la situación.

Para concluir con este paradigma, algunas de las críticas que se le han asociado son que es considerada una ciencia neutral y que en la realidad muchos resultados de investigaciones no son aplicables a todos los sistemas educativos, entre otras críticas.



· Paradigma cualitativo o crítico.
También denominado ¨Práctico¨ (Habermas) o ¨Conceptual¨ (Pinar) , entre otros.
En este paradigma, se incluyen concepto como los de la cultura, conocimiento, valores, creencias, comportamiento y habilidades que comparten los miembros de una sociedad. Su origen en la educación comienza a principios de los años 60, pero durante un periodo de tiempo decae bruscamente debido al resurgimiento inesperado de la perspectiva cuantitativa. No es hasta los años 80, cuando vuelve a reaparecer esta concepción en EEUU, Inglaterra y el resto de la Comunidad Europea. Sin embargo, no en todos los rincones del mundo aparece esta perspectiva en el mismo periodo de tiempo, ya que no es hasta los años 90 cuando coge fuerza y se asienta en el territorio americolatino. Solo queda decir de este paradigma desde el punto de vista histórico, que este movimiento cuando llegó a España se consideró un proceso de emancipación científica progresiva.

Una vez ubicado, creo que ya podemos adentrarnos un poco más en su metodología. Según N.L. Gage (1993), el concepto de educación en las aulas con profesores y alumnos, es el mismo tipo de de proceso de investigación que llevan a cabo cualquier tipo de investigador profesional, como por ejemplo un antropólogo o sociólogo. Hace una pequeña crítica al paradigma positivista, ya que lo considera más adecuando para las Ciencias de la Naturaleza que para la Educación, además considera que los datos cualitativos son mucho más fiables y en definitiva superiores a los datos cuantitativos. Aunque desde mi punto de vista, estos datos cualitativos pueden llegar a ser contradictorios y causar enfrentamientos, ya que pueden ser entendidos de forma diferentes por receptores con las mismas cualidades. Esto se debe a que no son pueden ser medidos, ni generalizados, ya van muy ligados a las perspectivas subjetivas de cada individuo porque va ligado a las creencias, las motivaciones o los prejuicios que tengan cada uno de ellos. En este paradigma el diseño de investigación no se planea y las técnicas e instrumentos empleados no provocan alteraciones en las investigaciones, como por ejemplo la observación, la entrevista, análisis de contenidos, etc.
No puedo dejar pasar por alto que desde el punto de vista de C. Sayda Coello González, C. Rolando Alfredo Hernández León y A. Boullosa Torrecilla (2000), son imprescindibles dos habilidades en la práctica de la investigación cualitativa en los entornos educativos:
- La empatía, es decir, saber ponerse en el lugar de otra persona para poder entender su punto de vista y las razones por las cuales se guía, por tanto para llegar a este punto hay que saber escuchar a los demás.
- La indagación, es decir, aprender a saber lo que piensa una persona partiendo de sus actuaciones y reacciones.

Para concluir, podemos hacer referencia a que en la perspectiva cualitativa existen tanto debilidades como puntos fuertes. Algunas debilidades serían: su carácter subjetivo y su validez limitada a un contexto, mientras que algunos de sus puntos fuertes serían la autonomía de las clases y el hecho de que solo se pueden hacer desde esta perspectiva y procedimientos ciertas investigaciones.



· Paradigma mixto o sociocrítico.
También denominado ¨Democrático¨ o ¨Participativo¨ (Escudero).
El origen del paradigma sociocrítico se remonta a la Alemania de después de la II Guerra Mundial. Este movimiento ha tenido numerosas vertientes pasando desde la estadounidense hasta la española. Una vez determinado el nacimiento de la perspectiva sociocrítica, comentaremos algunos de sus elementos y características más importantes, pero como ya he dicho con anterioridad, este paradigma es una mezcla entre el paradigma cuantitativo y el paradigma cualitativo, es decir, recoge lo fundamental de ambos pero no podemos olvidar que tiene sus propias características.

Como principio básico tiende a transformar la estructura de las relaciones sociales, cree que a través de la escuela se le dotará al alumno de unas cualidades plenas a través de las cuales podrá resolver problemas de su día a día. Es fundamental tener muy presente que podemos encontrar ciencias sociales que no son puramente empíricas, ni tampoco interpretativas. El objetivo de esta concepción es transformar la sociedad, para poder mejorarla desde la perspectiva de la igualdad, tanto en el ámbito de razas,sexos o clases. Además desde esta perspectiva la educación está condicionada, ya que existen una serie de situaciones que favorecen a las clases altas, mientras que las clases bajas están totalmente desprestigiadas. Las acciones educativas tienen una naturaleza social, en ningún caso tecnológica ni solo práctica. Según T.S. Popkewitz (1988) la educación tiene unos principios imprescindibles:
- Comprender la realidad desde la práctica.
- Entrelazar la teoría y la práctica.
- Guiar el conocimiento de humano con el objetivo de liberarlo.
Con todo esto podemos hacer una visión general de la concepción sociocrítica, se trata de orientar a los individuos y enseñarles la autentica realidad, con el objetivo de que obtengan una visión crítica propia sobre ésta, es decir, subjetiva sin que pueda influirle las opiniones ni reacciones de los demás, con el fin de poder modificar la sociedad en los aspectos que pueda mejorar la educación. Desde mi punto de vista, esta es una cualidad imprescindible en los seres humanos, pero en todos los aspectos de la vida, ya que no deben dejarse influenciar rápidamente por argumentos simples, deben tener una concepción crítica firme casi inamovible, con el objetivo de que no sean manipulados y tengamos verdaderos ciudadanos de a pie y no absurdas marionetas. Y al tener la oportunidad de modificar la sociedad desde la educación, hace que los ciudadanos se consideren más pertenecientes a la sociedad que les rodea.

Para concluir, algunos autores como J. Gimeno Sacristán (1988) o J. F. Angulo Rasco (1994) no dejaron muy claro la división entre el paradigma cualitativo y el sociocrítico, mientras que otros autores como por ejemplo S. de la Torre afirma que este paradigma es muy rico, pero su aplicación es bastante complicada.



· Perspectiva postmoderna.
Los precursores mas significativos de esta concepción son Nietzsche y Heidegger, mientras que sus representantes más importantes fueron Foucault y Derrida, y Gadamer entre otros. Hay que tener presente que la denominación de esta corriente es todavía indefinida, aunque tiene facetas multidimensionales, pero para A. Hargreaves (1996) esta concepción es mas bien moderna que postmoderna, porque su carácter aun no está fijado. Su origen se encuentra en los años 80, pero surgió con bastante suavidad y no de la misma manera en todos los rincones del mundo, pero si es cierto que se desarrollo con mayor grandeza en los países occidentales. Algunos autores, relacionan esta perspectiva con el resurgimiento del romanticismo.

En esta concepción tiene una gran importancia el sentido de lo local, la reconstrucción de lo degradado y la centralidad del discurso, además de alcanzar nuevas metas mucho más liberadoras que las que existían hasta entonces. A pesar de lo que afirmó A. Hergreavez (1996), la concepción postmoderna no sigue a lo moderno sino que se opone totalmente a ésta, ya que cree que las bases de la modernidad ya no sirven de nada y es necesario asentar unas bases nuevas y por tanto solo puede llegar a sobrevivir lo que se adapta de forma adecuada. Según M. J. Izquierdo (1997) la diversidad y la singularidad son la base del derecho al desarrollo de la diferencia, es decir, que la diferencia solo se puede construir a través de concepciones totalmente diferentes y únicas. Los planteamientos de la postmodernidad pretende estar más tiempo vigente, que los de la modernidad. Una de las características fundamentales de esta corriente son los flujos de intercambio cultural, es decir, esta corriente permite que se mantengan en contacto y en constante interacción las diversas culturas que existen en el mundo, o lo que es lo mismo un proceso de globalización, pero siempre intentando mantener la identidad básica de las culturas participantes en esta interacción cultural. Una segunda característica que veo fundamental y que es aportada por A. Hargreaves (1996) es la economía flexible. Debido a los nuevo avances y destrezas profesionales, así como a la aparición de nuevos mercados con mayor productividad y variedad de productos, se requiere un tipo de economía mas flexible, es decir, en la que sin obstáculos excesivos pueda adentrarse los individuos que estén interesados en él. Dos características que más me han sorprendido, entre muchas de ellas que no citare porque no lo veo conveniente ya que son bastantes, son que se ha producido una perdida de la fe y que todos los intentos por cambiar el mundo para mejorarlo, según esta concepción fracasarán siempre, sin oportunidad de que puedan surgir de forma efectiva.

Para concluir podemos hacer referencia a que en esta perspectiva predomina con bastante fuerza la confusión sobre el optimismo y los positivo, y las contradicciones son bastante notables.




Una vez abordados las cuatro grandes perspectivas paradigmáticas, es imprescindible citar que ninguna de ellas es posible encontrarla en estado puro, es algo totalmente imposible. Esto se debe a que casi todas ellas aparecen siempre con unas pinceladas de una o varias de las características de un solo paradigma o de varios. Podemos concluir con una pequeña conclusión sobre cada una de estas corrientes. Empezaremos por el paradigma cuantitativo, me parece un modelo bastante duro y sistematizado, y en ocasiones creo que puede llegar hasta ser cruel. Sin embargo dentro de unos límites lo veo razonable, ya que en la vida, desde mi punto de vista, es importante tenerlo todo bien controlado y que se siga un sistema para no llegar al caos y al descontrol. En cuanto al paradigma cualitativo lo veo mas flexible que el paradigma cuantitativo, ya que no solo sigue la sistematización y control absoluto del formador, sino que a su  vez se preocupa por las opiniones, sentimientos y creencias de los dicentes. En el paradigma sociocrítico, creo que es bastante adecuado y el que mejor se adaptaría a la actualidad, ya que lo que pretende es formar a los individuos que forman la sociedad para que tengan una actitud crítica propia, con el objetivo de que no sean influenciados. Y a través de la formación de personalidades diferentes de los individuos, se pretende modificar la realidad con el objetivo de mejorarla, para satisfacer las necesidad de la sociedad en su conjunto. Sin olvidar que afianzando la personalidad de los sujetos estos se adaptan mejor a su entorno y a sus necesidades físicas y psicológicas. Por último, en cuanto a la perspectiva postmoderna no puedo aportar nada en claro, ya que su definición todavía no está fijada y existen muchas contradicciones entre numerosos autores. En la actualidad, todavía no se ha definido el paradigma que constituye nuestro sistema educativo, aquí dejo una pequeña percepción del sistema, con la que quizás puedas estar de acuerdo.



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